A Nicole:
No receles porque te haya hecho daño en una ocasión siendo una descerebrada y una imprudente. Me he dejado llevar por un impulso y no pensé más allá, no calculé la consecuencia. Pero asumo la gravedad de mi acto, más sabiendo la confianza que tienes depositada en mí.
He actuado de forma mezquina, y de verdad que no fue por desconfianza sino por curiosidad. Pero me pongo en ti, y sé que es difícil verlo de esa manera.
No me guardes rencor, no podría soportarlo.
Y en cualquier caso, mi actuación habla de mí, no de ti.
Sólo quise saberlo todo.
Y gracias por decirme que da igual, que no pasa nada haga lo que haga. Qué estás conmigo.
Me importas tanto.........
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