1507 kilómetros después

¿Notáis esa fuerza invisible que tira de nosotros hacia un mundo totalmente distinto al que vivimos?

¿Y qué parte del futuro dependerá de la fe que yo ponga en cada nuevo amanecer?

Con 1507 kilómetros más a mi espalda he descubierto que se puede ser muy feliz en los mismos sitios dónde ya lo fui una vez, haciendo otras cosas y con una compañía diferente.

Y es que puede que sean la sal o las olas. Quizás sea el viento que se lleva las nubes o el sol que quema. Será todo eso, esa magia que cura.

Creo que la realidad siempre termina superando la ficción, y a veces, la mejor fantasía pertenece al dominio de lo real.

Sé que algunos estáis ahí y por eso quiero compartir mi escapada con vosotros, por las emociones que se conectan entre quien escribe y quien lee. Esos vínculos invisibles que jamás sabremos, pero que están ahí. Y eso es precioso.

Praia das Maças

Sin teléfono, sin internet, sin maquillaje, sin prisas, sin estrés...

Praia Grande

A veces el como no importa.

Cabo da Roca

Leed la preciosa inscripción de Camoes: aquí donde la tierra se acaba el mar comienza.

Cascais

Estoril

Sintra - Palacio da Pena

Por mucho que me seduzca la idea no tengo una máquina del tiempo, aunque en realidad no sé si me gustaría tenerla...

Colares - Sintra

La vida ya es lo bastante complicada como para que encima dejemos pasar los placeres.

Lisboa - al fondo el puente que hay que cruzar para entrar en la ciudad

Lisboa - Plaza del Comercio

Lisboa

Lisboa - Barrio de Alfama

Es el único de Lisboa donde no acceden los coches, fuimos en los típicos tuck tuck que recorren la ciudad, y aún así hubo que dejarlo fuera del barrio, es imposible por la escasa anchura de sus calles. Hace no mucho era uno de los más húmildes y no muy recomendables de la ciudad, pero ahora se ha puesto de moda para apartamentos tipo Airbnb y los ya conocidos Hostel. A mí me ha encantado, está lleno de rincones, bares y restaurantes con un encanto especial. 

Lo saben mis zapatos - Pablo López

Buenísimos días querid@s y no tan querid@s,

Es domingo,

¿Café?

Bueno, la vida es paciente, si no nos entra a la primera, siempre repite la lección, hasta que pillamos la idea.