jueves, 6 de octubre de 2016
¿Sabéis qué?
Ayer quedé a tomar algo con un amigo al que no veía desde hacía 10 años al menos, conociéndonos desde hace 20... Nos teníamos un cariño especial, es de esas personas con las que sientes que eres afín y con la que podrías pasar horas haciendo lo que fuese. Fue fantástico ponernos al día después de tanto tiempo y prometer que mantendremos el contacto (y creo que esta vez será así), en su momento la vida y las personas con las que ambos nos cruzamos nos llevaron por caminos diferentes, pero ayer hicimos el propósito de no dejar que nos volviera a suceder.
Me encantó verle y me encantó verme reflejada en sus ojos porque me reconocí a mí misma hace algún tiempo atrás, viviendo una situación parecida a la que él vive ahora.
Así que esto es para mi amigo, porque creo que necesita decirse algo a sí mismo y al alguien especial...
A quién te dejó ir:
No se trata de rencor, no se trata de querer y no poder. Que no quieres cambiar nada y de nada serviría poder hacerlo. En algún momento de tu vida alguien te dejó marchar, y aunque haya llovido desde entonces y sus huellas se hayan borrado casi por completo, de vez en cuando, recuerdas que un día alguien te dejó marchar. Y hoy, simplemente quieres darle las gracias porque sin él, y esos días grises, hoy todo sería diferente para ti. Darle las gracias a quien te dejó marchar, porque te ha construido.
Tuviste días malos. No vas a fingir que no ha sido así. Tuviste días muy malos. Cuando algo se acaba siempre duele. Duele, porque cuando empezó pensaste que ese final no llegaría jamás. Sin embargo, llegó, porque todo acaba, de una forma u otra.
Pero también tuviste días buenos. En los que comparas, y te das cuenta de que tal vez fue mejor así. Y que, posiblemente, hubiera sido mejor así desde hace más tiempo del que querías creer. Que te aferraste tanto a algo, que olvidaste todo lo bueno que te estabas perdiendo. Y sigue resultándome sorprendente como las personas podemos cambiar por nuestras parejas, moldearnos hasta perder nuestra esencia y volvernos en blanco y negro, perdiendo todo nuestro color.
Las cosas no siempre salen como queremos creer. ¿Qué os pasó? La vida, supongo. Quizá pudistéis hacer las cosas mejor, pero tampoco fue fácil. Los hechos se van desencadenando un poco al azar y otro poco con la mala suerte.
No lo sabes. No sabes que podrías haber sido. Y ahora, la verdad, ya no debe importarte. Te importaría en su momento, y esa idea rondará por tu cabeza durante un tiempo hasta que la imagen de él se difuminará y se perderá entre tus recuerdos. Pero ten algo claro: siempre permanecerá ahí, en alguna parte de tu memoria, como alguien especial. No debes fingir que algún día no fue importante para ti.
Pero alguien llegará y ocupará su lugar. No lo dudes. Como obviamente alguien ocupó el tuyo en su vida. No tiene por que ser una pareja. Tal vez será un amigo, una amiga, un familiar, un compañero, una aficción. Y así es como debe ser, no quieras huecos vacíos en ningún corazón.
Y tengo algo que decir a la persona que te dejó marchar, porque es una decisión con la que tendrá que cargar el resto de su vida. Que jamás encontrará a alguien como tú, porque eres único, inigualable, especial desde los pies a la cabeza, porque todos lo somos. Nadie te volverá a mirar con los mismos ojos, ni te sonreirá de la misma manera. Nadie te hará reír del mismo modo. Ni a hacerte llorar. Y tal vez en algún momento, cuando creas que le olvidaste, alguien pasará a tu lado con su perfume y durante unos segundos volverás tiempo atrás. Y pensará. Pensará en tí.
¿Sabes que creo? Que un día cualquiera, una mañana cualquiera, después de un tiempo, despertará con alguien a su lado y se dará cuenta de que te echa de menos.
Hay historias que nunca se acaban, pero, del mismo modo, hay otras que nunca llegaron a comenzar. Desea lo mejor a quien te dejó marchar, porque te hizo libre. Él te ha perdido, pero tú te has ganado.
Un buen castigo - Fito&Fitipaldis
Buenísimas tardes querid@s y no tan querid@s,
Es jueves,
Una vez me dijeron que hiciera mi vida todo lo ancha que pudiera porque no sabría como de larga iba a ser... Toda la razón, aunque a veces se me olvida. Por eso, poco a poco, hago más lo que siento, digo más lo que pienso y vivo más el día a día, sin pensar en el qué pensará el que tengo delante. Al fin y al cabo, nadie sabe lo larga que será mi vida...
¿Café?
A veces el universo entero cabe en una taza.
Gracias por tu compañía.
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