lunes, 15 de abril de 2019

Y qué es el amor





Es una pregunta que muchos se hacen, que yo me hago y además a veces me quedo en blanco.

Así que he cogido el blanco del papel y el negro del lápiz, y lo voy a intentar, porque un blanco y un negro hacen un gris y las cosas como el amor sí entienden de grises, por mucho que nos convenzan de lo contrario.

Creemos que el amor es algo muy grande, muy visible y muy evidente, pero en realidad, es una colección de piezas minúsculas y únicas, prácticamente invisibles, que se esconden en los pequeños detalles de nuestra rutina.

Está en el mayor trozo de la tarta de queso, en el “tranquila, ya preparo yo la comida”, en “te voy a llevar a un lugar que te va a sorprender”, y en “lo hago yo, tengo tiempo”, cuando ambos sabéis que no lo hay. Porque nunca hay tiempo.

El amor no son conversaciones sobre “adónde vamos”, sino su ausencia, porque ya habéis llegado allí dónde queríais estar. El amor es rozarse. Es un “no lo entiendo pero te apoyo”.

Amar es acompañar y poder acariciarle el pelo lleno de canas veinte años después. 

Amar es vestirse a oscuras para no despertarle con la luz. 

Es estar ahí: en los encuentros que no siempre apetecen y en las desgracias que nunca avisan.

Amar es estar juntos, a pesar de todo, pero también es dejar ir.

Amar es ser iguales de trato siendo opuestos de vida. Porque amar no siempre es entender, pero es intentarlo constantemente.

Amar es ir un paso adelante hacia la incertidumbre.

Amar es compromiso y vivimos en una sociedad egoísta, a veces es complicado, pero desde luego no imposible.

Amar más que un “te quiero” es un “te cuido”.

Amar es que te quieran libre, entera, sin rasguños y con alas.

Amar es una calidez suave, acogedora. Que no te abrasa y que no te hiela. Que te llena el pecho y se extiende hasta las puntas de los dedos de tus pies.




Buenísimos días a tod@s,

Es lunes,


Una mañana en la cama. Café y el sol tímido. La música bajita. Y tus dedos en mi pelo. Así sí.







Aunque si tuviese que volver a definir el amor y sin palabras, elijo esta foto de Jade Beall. Me encanta.





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