Hace unos días leí a alguien en algún sitio que decía: He decidido que mi 2020 comenzará a primeros de febrero. Enero es el mes de prueba gratuita.
Y yo he decidido lo mismo. Sobre todo porque en cinco meses mi vida ha cambiado sustancialmente. La manera de vivir, de estar y de sentir(me) ha variado y aún es pronto para mí hacer una valoración en negativo o en positivo. Creo que hay de ambas. Pero yo soy de las que sonrío pase lo que pase. Y no sé si para sonreír casi siempre hay que ser especial, diferente y distinta a los demás. Pero sonrío casi siempre porque he aprendido a crear cosas de la nada. Sonrío casi siempre porque me siento grande, fuerte y porque en las situaciones límite me doy cuenta de todo lo que puedo conseguir, y también porque tengo la templanza para aceptar lo que la vida me ha ido poniendo en el camino, que no es poco. Sonrío casi siempre porque creo que este año, lo poco que llevamos, la prueba gratuita, me está trayendo cosas bonitas.
Y aunque soy consciente de que no soy dueña de mi vida, incluso he programado para los tres primeros meses, tres escapadas, yo que no hago planes. Porque espero que el año me siga trayendo esas cosas bonitas, a pesar de que asumo que no siempre sale el sol para todos e incluso nos atrevemos a retar al tiempo como si fuera eterno, sin saber que él tiene el mando y que sin él nada tiene sentido. Así que por mi parte intentaré ser digna de semejante honor que me brinda cada instante y prometo atesorar cada experiencia como mi bien más preciado.
Blanco y negro - Ricardo Arjona
(próximamente y promete)
Buenísimas tardes querid@s y no tan querid@s,
Es domingo,
Pues eso, que mantengamos siempre la calma y sigamos hacia delante con lo que nos sucede en nuestra vida, con los cambios, con las personas diferentes y sin olvidarnos nunca de todo lo bueno que tenemos alrededor.
¿Café?
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