Arrepiéntete tú

De no permanecer impasible dejándolo todo como estaba, porque estaba mal.

De seguir apostando por las personas aunque ya estés curada de espantos.

De obviar todo aquello que no te aporta nada para crecer personalmente.

De regalar lo que tienes y lo que eres a quienes realmente lo merecen.

De estar siempre dispuesta a conocer a personas interesantes.

De perdonar pero no olvidar.

De no dar tu brazo a torcer hasta demostrar que eres capaz.

De no cerrar tu mente a otros puntos de vista expuestos con inteligencia y respeto.

De dar el mismo trato que recibes, sin más.

De restarle importancia a lo que, para ti, ni la tiene ni es prioritario.

De haber encontrado la paz del alma a costa de limpiar de raíz el entorno viciado que te rodeaba.

De estar dispuesta a seguir aprendiendo pese a todo y pese a todos.

De creer.

De ponerle un punto de irónico humor a la existencia.

De entregarte cuando lo deseas desde tu libertad.

De haberte jugado el pellejo con tal de hacer posible lo que tanto deseabas.

De reconocer los errores que cometiste sin tener que ser juzgada eternamente por ellos.

De no darles a tus enemigos ni agua.

De no tener que tolerarlo todo sin motivos, porque sí.

De compartir.

De ser sensible aunque a veces apareje sufrimientos.

De no dejarte manejar a estas alturas de la vida.

De ser agradecida.

De no dar pábulo a necios, interesados, estúpidos, celosos y demás almas tristes.

De recordar que detrás de los derechos también tenemos obligaciones.

De reírte de la demagogia.

De haber fracasado habiéndolo intentado hasta el final.

De procurar ayudar a quienes se dejan ayudar.

De no renunciar al romanticismo.

De ser clara en tiempos tan oscuros.

De reconocer las filias sin temor y alejarte de las fobias sin vergüenza alguna.

De no querer ni tener que dar explicaciones.

De buscar la felicidad con lo que tienes, asumiendo quien eres y con quien te dé la gana.

De no desear convertirte en el segundo plato de nadie.

De defender la privacidad como el tesoro que es para ti.

De no entrar en juegos con quienes no saben aceptar derrotas.

De mantener alejados a locos, obsesos, insanos, tóxicos, negativos, tristes y quejicas.

De sentir y transmitir cada día un mensaje positivo sobre la vida y nuestras capacidades.

De no callar cuando lo consideras oportuno y no responder cuando no merece la pena.

De no ser una soñadora.

De dar placer como a ti te gusta recibirlo: sin límites.

De no dejar que agonice esa niña que aún sientes en tu interior.

De tantas y tantas cosas que te hacen ser como eres... arrepiéntete tú, que yo no puedo.



Robin Schulz – OK (feat. James Blunt)



Buenísimos días a tod@s sin excepción,

Es viernes,

A mi puta bola estoy más guapa.