Que todos los viajes son diferentes, que en nada se parecen unos a otros, aunque hayamos puesto las mismas ganas e ilusión que en todos los que planeamos, es indiscutible. De la misma forma que uno que en un principio por el motivo que sea no nos apetecía nada y luego es genial y te alegras un montón de haberlo hecho.
Mi penúltima salida me apetecía muchísimo, por el sitio, por la compañía sobre todo. Fuimos al hotel Barceló Asia Gardens, una auténtica maravilla y aunque ese fin de semana el tiempo no acompañaba nada de nada, yo estaba feliz.
Este hotel ofrece lo mejor de Asia, es como si estuvieras allí, experimentas de primera mano el denominado "lujo asiático" al detalle, tanto por su especial diseño arquitectónico o sus espectaculares piscinas, el olor, la vegetación que está por todas partes, la recepción...
Cierto es que nada salió como esperaba. Pero la vida espero que sea larga y me encantaría volver con buen tiempo, con más ganas, con menos malos rollos, y así quitarme esa espinita ;)
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