lunes, 14 de noviembre de 2022

Distancia

 

Se puede estar lejos y estar justo al lado, que te separe un abismo de quien comparte tus días y que estés a mil kilómetros aunque no te hayas marchado. Y compartir casa, pero no cuerpo, alma, tiempo ni vida. Se puede vivir en mundos diferentes y no encontrar la salida aunque el lugar donde pasas tus días sean solo unos cuantos metros cuadrados. 

Hay quienes duermen en la misma cama, pero no comparten sueño o encierran distancias infinitas en momentos de silencio; quienes se miran a los ojos y no se reconocen porque ya son otros y están muy lejos y lo que un día llegó a ser todo su mundo, ahora es una habitación muy pequeña. 

Pero también hay quien estando lejos se hace sentir muy cerca y no hay distancia que pueda evitarlo, quien está aunque no esté porque tiene su sitio a tu lado. Son esas personas con las que los kilómetros se quedan en nada, las que llegaron al corazón, a las entrañas o a los genitales, y se quedaron, fortuna con forma humana. 

Creamos distancias a base de miedos, costumbres, malos entendidos, silencios y tiempo, sentimientos confundidos. Nos hacen perder lo que alguna vez creímos tener, hacen que se diluya lo que sentíamos tierra firme, que naufrague lo que parecía insumergible, son las que se interponen entre el querer y el poder. 

Distancias que se pueden reducir queriendo, dejándose de tonterías, atreviéndose a mirar, a escucharse, a perdonar, a dar el paso que falta, a ser y también estar. Y si las distancias son demasiado grandes, entender que hay que soltar. Porque, al final, la vida es acercarse a quien nos hace vivir y alejarse de quien no nos deja soñar. Así qué: ¿dejar pasar la vida? Los cojones. ¿Quién deja pasar la vida? La vida te arrasa, no la puedes dejar pasar. Cómo si tuviéramos el control sobre ella.


El sur - Love of Lesbian ft Bunbury







Buenísimas tardes querid@s y no tan querid@s,

Es lunes, 

¿Cómo sabes si te gusta alguien? ¿Cómo sabes si tienes sueño o hambre? 

Pues eso: que reservo para ti, ese capítulo de mi vida en el que pierdo la cordura. 

Café y media sonrisa.



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